Diego Santurio la profundidad del legado o ¿Qué es el metal?

El artista salteño aparece en la galería Zoco con un legado familiar del cual parte un interés y exploración matérica, en la que nos vemos envueltos por las múltiples posibilidades que el metal recorre. Fui hasta Punta del este a ver estas obras pensando en el espacio al rededor de la escultura y me encontré con el interior de estas, su composición y su ADN.

Imagen extraída de: Zoco

De la mano de su galerista recorrí no solo la exposición de este artista, sino, algunas obras de quienes forman parte de este espacio, artistas que seguramente abordaré en algunos futuros artículos. Zoco, una galería nueva para mí, encontró un mecanismo para que el arte se exhiba dentro de paredes íntimas que parecen colaborar en el modelado de la obra. La curaduría y el espacio expositivo parecen ser partes de un sistema unitario. El lugar se vincula de esta forma con la obra que expone. También lo hace con la de Santurio, obra que aborda, en esta oportunidad, un formato pequeño no utilizado en gran medida por él.

Hierros moldeados en forma de nudos, realizados con la fragua de su bisabuelo, transforman los espacios intermedios en silencios casi musicales del discurso que el material da. Luz, aire, sombra, movimiento son notas de instrumentos que completan el texto visual y aportan, junto con la mano creadora, a la poesía que la metalúrgica no poseía tradicionalmente.

Imagen extraída de: Zoco

Destacó dos modos en los que el material se presenta: la honestidad y el engaño. Si el metal es "honesto" podremos, comprender el proceso por el cual se genera la obra y adentrarnos en las investigaciones técnicas de este artista. Cuando el material es "engañoso", no se puede encontrar dentro de la obra. El metal es rústico, pesado, denso y las obras en las que el material engaña, permiten vislumbrar un nuevo carácter inesperado. El marketing de la metalúrgica, el núcleo de valores y características que envuelven a la tradición herrera, desaparecen ante el lirismo y las intenciones de Diego Santurio. En estas ultimas obras el metal descubre un potencial que no conocía y que puede llevarlo hacia una nueva identidad. De este modo, despojado de sus cualidades: flota, se adhiere, se expande, es liviano, tiene contorsiones; ya no es metal.