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Museos en la Noche feat Rancière

  • Foto del escritor: Ignacio Barquín
    Ignacio Barquín
  • 27 dic 2021
  • 3 Min. de lectura

Museos en la noche, se realizó con normalidad en nuestro país. La fiesta de la cultura que reúne artistas, instituciones y espectadores es, sin lugar a dudas, uno de los momentos del año en los que la asistencia a las instituciones museísticas aumenta de forma exponencial. Me cruce con alguien que, trabajando, me saludo en medio de una carrera mientras se cercioraba de que todo siguiera su curso. Al igual que el resto de nosotros, quienes asistimos con mayor frecuencia a los museos, lo que atraía su atención, lejos de ser la obra, era la gente. ¿No son los espectadores los que cobran una mayor importancia al volverse parte del acontecimiento? Museos en la noche, es prácticamente un fluir de personas que, además de encontrar un mayor número de propuestas y artistas en escena, vuelve a las exposiciones, un poquito más, luego de dos años sin cultura. En concordancia con algunas palabras de Rancière que exige formular su paradoja diciendo "no hay teatro sin espectador". ¿El espectador en Uruguay, en estas fechas en las que realmente aborda el mundo del arte y la cultura eufóricamente, es recibido de forma que pueda participar de la constitución de lo que es su cultura? Las instituciones culturales dan la bienvenida, tiene circuitos y propuestas, guías y recomendaciones, las redes sociales lo graban y trasmiten brindando otras posibilidades de vivenciarlo. No hace mucho que volvió, pero está para ser analizada u integrada por los visitantes. El solo acto comunitario de congregarse frente a la escena es, para Rancière, interactivo. Esto da lugar a su pararse diferente frente a la obra que, necesita ser enfrentada por las complejidades intelectuales de cada espectador para adquirir sentido. Entrando y saliendo de museos, restaurantes, calles y teatros, se podía realizar el circuito del tango o el circuito de "lo siguiente que queda cerca" para aquellos exploradores sin mapa. En noches como estas es cuando los espectadores "componen su propio poema"; la composición del poema que el espectador redacta, para Rancière, con motivo de no confundir a los lectores, es la posibilidad que existe de realizar una lectura única a partir de nociones previas, realizando conexiones, comparaciones metafóricas y versos con sentidos únicos. La habilidad curatorial, ante la incapacidad de guiar directamente al espectador en su interpretación, es fundamental en estas noches. Pero la lectura particular es, seguramente, la que se conservará por más tiempo en la mente de la gente que disfruta de volver a los pilares de su identidad. Así como la política, para Rancière, la experiencia estética se sostiene como "forma de disenso, operaciones de reconfiguración de la experiencia común de lo sensible". Generando nuevas metodologías de estar en el mundo que se manifiestan, incluso como testimonios de sus propios efectos en ciertas obras. "Un arte crítico es un arte que sabe que su efecto político pasa por la distancia estética, sabe que ese efecto no puede ser garantizado, que conlleva siempre una parte indecible." Críticos, en este caso, más que con el arte debemos serlo con el acontecimiento de su exhibición que, luego de dos años, moviliza a la masa deseosa de encontrarse con su cultura y artistas. Debemos entender el efecto político desde el distanciamiento con este acontecer, en el presente contexto, preguntándonos ¿Los espectadores tomaron distancia para verse a sí mismos actuar dentro de una performance que demostró el valor cultural que le damos a nuestros artistas y obras en Uruguay? Nosotros que buscamos una imagen del evento, desde nuestros empleos o "blogs improvisados", ¿logramos captar las lecturas activas y emancipadas que los espectadores generaron? ¿Qué metodologías utilizamos para esto? Espero estas reflexiones les planteen tantas preguntas como a mí. No olviden dejar en los comentarios sus opiniones o preguntas. En la próxima semana intentaré subir el próximo artículo incorporando algunas nociones que el texto de Rancière me dejó, entre otros autores y la exposición en subte con la 50 edición del premio Montevideo de Artes Visuales.


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