Hoy en el Subte: El espacio interno de la obra y el recorrido
- Ignacio Barquín
- 20 sept 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 nov 2021
Hay dos exposiciones en el SUBTE en este momento. La primera, más grande y dinámica cuestiona explora como funcionan y cuales son los elementos constitutivos de la obra. Rulfo realizó la curaduría y los artistas que exponen son Francisca Maya y Felipe Secco (aunque se los presenta separados).

Fotografía extraída de: Instituto Crandon
Si al bajar la escalera se dirige hacia la izquierda comenzará por las obras de Francisca Maya, quien a través de planos y veladuras parece buscar en el color explorar los límites del espacio interno de su obra. En este sentido, la imagen se vuelve tridimensional, en ciertos momentos, compuesta como un conjunto de capaz, distintos matices contrastan y dan al plano una cualidad de profundidad propia de su lenguaje personal.
La forma geométrica es el camino para llegar a la composición que remite al diseño, lo urbano y lo digital; desde una mirada personal y aleatoria, brota en el lienzo, un dinamismo propio construido a partir de redundancias formales y permiten encontrar velocidades futuristas despojadas de todo rastro de figuración.

Fotografía extraída de: La Diaria
Hacia la derecha está la obra de Felipe Secco que, a diferencia de Maya, encuentra su color en la naturaleza y, como escribía Rulfo, la sintetiza dentro de su trabajo. Esta síntesis lo lleva también a la geometría. Pero Secco está liberado de la velocidad, parece venir montado arriba de una ola que no ataca la costa, sino, la acaricia.
Él, también, entiende el espacio interno de la obra, pero no respeta sus límites y los usa para crear contenido. Ya abandono el límite, la tridimensionalidad de la imagen no la busca en el contraste o en el claroscuro, siendo un conjunto de planos de color los que componen su obra, se abre paso entonces a la sombra proyectada fuera del lienzo y da a la obra la tridimensionalidad en el espacio museístico.

Fotografía extraída de: Brecha
La segunda exposición es la de Carlos Seveso, que ya no tiene nada que explorar dentro de los elementos que forman la obra y, si lo hiciera, su pregunta probablemente sería ¿Qué tan abstracta puede llegar a ser una imagen figurativa? Pero para hacer eso debes entender como funciona la aplicación del color, los planos que hacen a la profundidad de la imagen y la capacidad que tiene la redundancia (explotada incluso en el videoarte) para crear significado.
El arte no inquieta a la exposición de Seveso, la obra tampoco, pero el recorrido, como indica su propia curaduría, también realizada por Rulfo, si. El recorrido si lo inquieta. Por ende, la relación del ser humano con un espacio que, en este caso, no habita. Pero encuentra en el breves historias fugaces, como cortas obturaciones fotográficas, que permiten ir de viaje junto a él al espectador.
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